Después de varios años desarrollando trabajos coreográficos, Myriam Perez Cazabon decide constituir su trabajo bajo el nombre NERI(H)ARI, donde dar cabida a proyectos diversos e interdisciplinares colaborando con otras artes como la música, el cine y el teatro. NERI(H)ARI - el espacio dedicado a sus creaciones personales -, es donde Myriam entiende la danza como reflejo de los entresijos emocionales de las personas, el silencio como medio de comunicación y la quietud como forma de movimiento, subrayando, sobre todo, la presencia y la mirada. Define su trabajo como danza contemporánea nítida, es decir, clara, transparente y precisa. E interdisciplinar, potenciando su valor de comunicación y transmisión.
La necesidad de ahondar en un lenguaje coreográfico propio impulsa su inicio como compañía en 2016, gracias a la subvención de Gobierno Vasco y al apoyo y colaboración de Dantzagunea (Diputación de Gipuzkoa) y Donostia Kultura (Gazteszena – C.C. Egia). En esta trayectoria estrena las piezas NERE AZALEAN ARROTZ (2017, pieza recomendada por la Red de Teatros del País Vasco SAREA), MUTU (2018. Seleccionada para Miradas Cruzadas 2020) e ICEBERG (2019).
Myriam Perez Cazabon inicia su andadura como creadora antes, en 2004, con la pieza “NOSOTRAS Y LA PIEZA” junto a Nerea Urbieta y Marta Ortega. Luego vienen “TENTATIVA DE AGOTAR UN LUGAR PARISINO” (2006) y “EJERCICIONÚMERO2” (2007), piezas creadas en colaboración con el cineasta Victor Iriarte y la música Maite Arroitajauregi, y “PERMANENT VACATION.VERSIÓN” (2007), con la artista multidisciplinar Larraitz Torres.
Hoy día se encuentra sumergida en dos nuevas producciones: HIRU(3) y 40.BIDEGURUTZEA.
"Defiendo, más allá del virtuosismo de la danza, el contenido y la autenticidad; subrayando la grandeza de los gestos más pequeños y la firmeza de los movimientos más delicados. Y la idea de ver personas en el escenario. Me atrae, sobre todo, hacer de la danza contemporánea una disciplina más cercana, humanizarla".