Organik utiliza el movimiento como vehículo de expresión para hablar de aquello que le interesa contar. Trabaja con música original para cada proyecto.
Su base es el movimiento físico, enérgico cargado de intención y de emoción, a menudo mezclando con texto y generosas dosis de humor.
Organik se funda con dos objetivos: investigar en las nuevas tendencias de danza contemporánea y su fusión con el teatro y otras artes, y difundir la danza en diferentes espacios escénicos: teatros, calle y otros espacios alternativos.
Natalia Monge dirige Organik desde sus inicios.